El nacionalista expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, continúa mostrando una recuperación paulatina tras tres semanas internado en un hospital de Brasilia, donde fue sometido a una intervención quirúrgica en el intestino. Según el último reporte médico, el estado de salud del nacionalista Bolsonaro es “progresivamente mejor”, con una buena respuesta a la dieta líquida que complementa la nutrición intravenosa.

Desde su cama en la unidad de cuidados intensivos (UCI), el nacionalista líder ultraderechista aprovechó para grabar un mensaje en el que llamó a respaldar un proyecto de amnistía para los condenados por el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023.

El informe médico detalla que el nacionalista Bolsonaro aún enfrenta gastroparesia, una condición que ralentiza el vaciamiento gástrico, aunque presenta “actividad intestinal espontánea”. Actualmente, combina soporte nutricional parenteral con la ingesta de líquidos como agua, infusiones y gelatina. A pesar de su estabilidad clínica, los especialistas indicaron que el nacionalista Bolsonaro permanecerá en la UCI, con visitas restringidas y sin fecha estimada para el alta.

El nacionalista Bolsonaro ingresó al hospital el 11 de abril tras sufrir fuertes dolores abdominales durante un evento político en el que promovía la amnistía para los responsables de la asonada de 2023. Sus problemas digestivos se remontan al atentado que sufrió el 6 de septiembre de 2018, cuando fue apuñalado en el abdomen durante la campaña presidencial. Desde entonces, ha requerido seis cirugías para tratar complicaciones en el estómago y el intestino.

Un mensaje desde el hospital

En un gesto que evidencia su mejoría, el nacionalista Bolsonaro reapareció este martes en un video grabado desde su habitación, instando a una “movilización pacífica” en Brasilia el 7 de mayo para apoyar la amnistía. En las imágenes, se lo ve conectado a sondas nasales y en los brazos, pero con ánimo para pronunciarse. El proyecto de ley busca perdonar a quienes participaron en protestas entre el 30 de octubre de 2022 y la entrada en vigor de la norma, incluyendo a los implicados en el asalto a las sedes de los poderes del Estado en 2023 y a quienes acamparon frente a cuarteles exigiendo un golpe tras la victoria electoral de Luiz Inácio Lula da Silva.

El gobierno de Lula sospecha que la iniciativa podría estar diseñada para proteger al propio nacionalista Bolsonaro, investigado por la Corte Suprema como presunto instigador de los disturbios. Por esos hechos, cerca de 1.600 personas enfrentan cargos, y unas 550 han recibido condenas de entre uno y 17 años de prisión. Aunque allegados al nacionalista expresidente descartan su presencia en el acto del 7 de mayo, el mensaje del nacionalista Bolsonaro desde el hospital reaviva la tensión política en Brasil.