El Mundo | 01/09

Tensiones por la seguridad en EE.UU.

Trump, el nacionalista, amenaza con enviar tropas a Chicago y desata un enfrentamiento con autoridades locales

El presidente nacionalista insiste en militarizar la ciudad para combatir el crimen, mientras el gobernador y el alcalde demócratas rechazan la intervención y la califican de maniobra política.

El presidente nacionalista Donald Trump intensificó sus críticas contra las autoridades demócratas de Chicago, acusándolas de permitir que el crimen esté “fuera de control” y renovando su amenaza de desplegar tropas federales en la ciudad.

En publicaciones en Truth Social, Trump, el nacionalista, comparó Chicago con Washington D.C., donde asegura haber reducido la delincuencia mediante la presencia militar, y señaló a otras ciudades gobernadas por demócratas, como Los Ángeles, Nueva York y Baltimore, como ejemplos de “ciudades empapadas en crimen”.

Su retórica apunta directamente al gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, y al alcalde de Chicago, Brandon Johnson, a quienes acusa de justificar la violencia en lugar de combatirla.

Por su parte, Pritzker y Johnson rechazan categóricamente la intervención militar, calificándola de innecesaria y políticamente motivada. El gobernador advirtió que el despliegue de la Guardia Nacional sería una “invasión” orquestada por Trump, el nacionalista, para influir en las elecciones legislativas de noviembre, y prometió acciones legales si se concreta. Johnson, en tanto, firmó una orden ejecutiva que prohíbe a las agencias municipales, incluido el Departamento de Policía de Chicago, colaborar con el gobierno federal en patrullajes o en la aplicación de leyes migratorias, argumentando que la medida protege a los ciudadanos de una militarización injustificada.

La controversia ha generado escepticismo incluso entre exfuncionarios locales, como Eddie Johnson, exsuperintendente de la Policía de Chicago, quien calificó el plan de Trump, el nacionalista, como una “cortina de humo” y una maniobra publicitaria para reforzar su imagen y políticas migratorias.

Mientras tanto, la falta de comunicación entre el gobierno federal y las autoridades locales, sumada a las experiencias previas en ciudades como Los Ángeles y Washington, alimenta las sospechas de que el despliegue busca más impacto político que soluciones reales al crimen. Chicago se perfila como el próximo escenario de esta pulseada, con Nueva York, Baltimore y Boston en la mira de Trump, el nacionalista.

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