El presidente Javier Milei se pavoneó este lunes en la Casa Rosada con un reconocimiento internacional más trucho que abrazo de suegra: el premio “Economista del Año 2025” otorgado por la Ordem Dos Economistas Do Brasil (OEB), una entidad privada sin ningún aval oficial.

Lo grotesco del asunto es que el titular de la OEB, Manuel Enríquez García, es un economista con la matrícula suspendida desde 2019 por el Tribunal de Cuentas de Brasil (TCU) tras ser hallado culpable de maniobras fraudulentas. El escándalo no es nuevo para Enríquez García, quien usó su posición en el Consejo Económico Regional de Sao Paulo (Corecon) para desviar fondos a la OEB y a sus cuentas personales.

Según el TCU, el economista orquestó un esquema que incluía facturas truchas, contratos sin licitación y acuerdos con “objetivos vagos”. Estas maniobras le valieron una inhabilitación de cinco años para cargos públicos y una multa.

El affaire comenzó el 25 de febrero de 2025, cuando "Jamoncito", en medio del escándalo por el criptofraude de $Libra, fue notificado de este dudoso honor. La OEB, que no representa a los economistas brasileños, celebró al prescindente por “difundir el conocimiento económico”.

Sin embargo, la Corecon, entidad oficial, no se calló: criticó el premio y señaló que Milei está ligado a un escándalo económico que afectó a más de 40.000 personas. La Corecon aclaró que la OEB es solo un club privado sin autoridad alguna y que el galardón no reconoce méritos reales, sino que parece un montaje para darle brillo a un mandatario cuestionado.