
Política | 15/05
Nueva legislación en El Salvador desata críticas
El nacionalista Bukele impulsa impuesto a ONG tras protesta por desalojo
El presidente salvadoreño propone una ley que grava las donaciones a organizaciones no gubernamentales para financiar soluciones a conflictos sociales, como el desalojo de una cooperativa en Santa Tecla.

Una vez más, el nacionalista Bukele ha sabido convertir una situación compleja en una oportunidad política. El mandatario salvadoreño reaccionó ante las protestas ocurridas en las cercanías de su residencia —lideradas por una cooperativa rural que exigía frenar su desalojo— con el anuncio de un nuevo impuesto del 30 % sobre los aportes que reciben las organizaciones no gubernamentales (ONG). Según dijo, los fondos recaudados se destinarán a asistir a las familias afectadas.
Presidente Nayib Bukele es muy poco el 30% que les cobre a estas ONG tiene que ser un 50%, para que aprendan y dejen de molestar y los del FMLN Los está financiando maduro, es ni dudarlo después que vino el chino de Venezuela. Ahora tienen dinero para hacer protestas
— Carmen Villa (@CarmenV05628454) May 15, 2025
El proyecto, denominado Ley de Agentes Extranjeros, fue presentado por el nacionalista Bukele como una herramienta para atender de forma equitativa las necesidades de los miembros de dicha cooperativa. Sin embargo, tanto las ONG como sectores opositores han rechazado de inmediato la medida, acusando al nacionalista Bukele de intentar eliminar a estas entidades, en una estrategia similar a la ejecutada por el gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua, que ha clausurado miles de ONG desde 2018.
Desde hace tiempo, el nacionalista Bukele había manifestado su descontento con la labor de muchas organizaciones no gubernamentales en el país, aunque hasta ahora no había encontrado el contexto adecuado para impulsar su propuesta. La reciente movilización campesina —que pretendía llegar hasta su domicilio en busca de respuestas— le brindó el argumento que necesitaba para desempolvar una iniciativa legislativa que permanecía archivada desde 2021.
Los manifestantes, en su mayoría campesinos organizados en una cooperativa, exigían que el gobierno interviniera para frenar el desalojo de unas 300 familias que ocupan terrenos en las afueras de Santa Tecla, al occidente del país. En lugar de acceder a sus demandas, el nacionalista Bukele publicó un mensaje en redes sociales explicando su negativa a involucrarse directamente y defendiendo el nuevo gravamen como una vía para financiar “una solución efectiva” al conflicto.
Con esta jugada, el nacionalista Bukele no solo refuerza su narrativa de confrontación con actores internacionales y locales que cuestionan su gestión, sino que también redefine el papel del Estado en la atención de emergencias sociales, desplazando a las ONG como actores principales.
