Luego de que desde la Corte Suprema de Justicia trascendiera que este martes a las 16 horas los magistrados se reunirán para definir el futuro de Cristina Fernández de Kirchner en la causa vialidad, el arco político espera en vilo, y las alarmas se encienden no solo entre los secuaces de “La Jefa”, sino también en la Casa Rosada.

Y es que más allá de que la condenada de turno sea CFK, lo cierto es que la certeza de que “el que hace las paga” que implicaría un fallo que ratifique la sentencia a seis años de prisión de la ex presidente y vice, representaría una amenaza también para múltiples políticos, entre ellos, el presidente criptoestafador, amigo de los chorros, evasores y fugadores: Javier Milei.

Si algo ha dejado en claro “Jamoncito” a lo largo de su gestión es que, por muy lejos que esté en su discurso político e ideológico de los pregones kirchneristas, a la hora de meter mano en la lata, beneficiar a amigos poderosos y actuar de forma inconstitucional, las diferencias entre los “kukas” y los “pelucas” serían prácticamente nulas.

Desde ya, no es que otros sectores opositores que no comulgan ni con los K ni con los libertarios estén libres de culpa. Sin embargo, el PRO, que tiene el tercio restante de la torta de votos, a diferencia de los otros dos partidos, contaría con una enorme protección e influencia mediática y judicial que les ha permitido a sus dirigentes salir inmunes de múltiples cruzadas que deberían haber terminado en condenas.

No es casualidad que a los tribunales de la sede porteña se los haya apodado “Comodoro PRO”. La influencia de Mauricio Macri sobre los jueces es más que notoria, como lo probarían sus vínculos con diferentes magistrados y la habilidad del “Gato” para caer siempre de pie en los escándalos que lo han salpicado.

Milei, por el contrario, no cuenta con músculo propio ni en la prensa tradicional -que se dice independiente pero responde mayormente al macrismo- ni en la Justicia. La influencia que pueda llegar a tener le llegada de prestada por medio de Macri, pero no cuenta con apoyo personal que responda a su nombre sin condiciones.

El hecho de que haya fracasado el intento del oficialismo por ocupar los asientos faltantes de la Corte Suprema con Manuel García Mansilla y Ariel Lijo, dejó a “Jamoncito” sumamente desprotegido en el terreno judicial: sobre todo luego del estallido de la criptoestafa de $LIBRA, en la que el “prescindente” quedó pegado en primera plana no solo a nivel nacional sino también en el exterior, y que además reveló las prácticas coimeras de su hermana Karina Milei.

Con el diario del lunes, se puede decir que hace unos meses atrás, Milei esquivó una bala con la caída del proyecto de Ficha Limpia. La maniobra, que tuvo como protagonista al caudillo misionero Carlos Rovira, se leyó en algunas sectores encolerizados como un pacto entre LLA y UxP para proteger a Cristina.

Sin embargo, rechazar dicho proyecto también fue sin duda un acto de autopreservación para el mileísmo: bajo la fachada de la proscripción a CFK, la "Ficha Limpia" impulsada por el macrismo le daba un excesivo protagonismo a la Justicia en el sistema electoral... Siendo justamente el partido amarillo el que más influencia y poder tiene en los tribunales. 

La condena a Cristina puede parecer un motivo de festejo a primera vista, pero lo cierto es que el presente del kirchnerismo parece reflejar el futuro de La Libertad Avanza, lo que le pone los nervios de punta a los ocupantes de la Casa Rosada.

Por último, vale remarcar que más allá de las implicaciones a futuro en el ámbito judicial, electoralmente a el oficialismo tampoco le parece atractiva la idea de que Cristina vaya presa.

Agustín Romo, jefe del bloque de LLA en Buenos Aires, confirmó esta realidad: "Creo que una condena a Cristina va a fomentar la unión del peronismo. Van a victimizarla y se van a subir a esa narrativa para aprovecharla políticamente", sostuvo. Una visión pesimista, pero muy lúcida sobre lo que podría implicar el hecho de que CFK termine en cana.