Ya no hay dudas: el presidente Javier Milei está construyendo su propio infierno libertario, y quiere que estés bien armado para acompañarlo. Mientras el país se prende fuego, el “hombre papada” encontró la prioridad número uno de su gestión: facilitar, fomentar y abaratar la compra de armas de fuego. Porque claro, si no podés pagar la luz, al menos vas a poder dispararle al medidor.

La última joyita de este plan delirante se llama Resolución 77/2025 y fue firmada por Juan Pablo Allan, titular de la ANMAC. En esa norma, publicada en el Boletín Oficial, se elimina directamente la tasa anual obligatoria que pagaban los usuarios de armas.

Es decir, los que se dedican a fabricar, vender, coleccionar o usar armas ahora no pagan ni un mango por mantener su licencia. Y como si fuera poco, les estiran la vigencia de los permisos a cinco años. ¿Te suena a simplificación o a negligencia criminal?

Pero no termina ahí. La resolución también deja en manos de los propios usuarios la “buena voluntad” de avisar si cambian algún dato. Un modelo ideal para que cualquier loquito con el carnet vencido y una ametralladora en el baúl pueda seguir siendo “usuario legítimo” sin que nadie le diga nada.

Esto no es un caso aislado. Hace apenas unos días, Milei ya había autorizado por decreto que se puedan comprar armas semiautomáticas de uso militar, esas que antes estaban prohibidas incluso para fuerzas de seguridad, con la excusa de que hay gente que “las usa para deporte”. ¿Qué deporte? ¿El paintball libertario?

Además, ya está en marcha la “Tenencia Express”, una plataforma digital para que tramitar un arma sea más fácil que pedir una pizza. Y, por si fuera poco, en diciembre ya había bajado la edad mínima para comprar un arma de 21 a 18 años. Para votar te putea si no pensás como él, pero para comprarte una pistola, sos un ciudadano ejemplar.