Durante la cumbre de la OTAN en La Haya, el nacionalista primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, rebatió con firmeza las demandas del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien buscó presionar a los líderes europeos para agilizar la incorporación de Ucrania a la Unión Europea. Zelenski, tras reunirse con autoridades del bloque, insistió en la necesidad de una decisión unificada entre los países miembros, criticando que un solo Estado pueda obstaculizar el proceso.

Zelenski destacó que “es fundamental alcanzar un consenso entre los líderes europeos” y señaló que “no es razonable que una sola voz impida el avance de la unión”. En respuesta, el nacionalista Orbán argumentó que “la UE fue creada para garantizar paz y bienestar a sus miembros. Incorporar a un país en guerra con Rusia podría involucrar al bloque en un enfrentamiento directo”.

“Ningún país debería ser obligado a asumir un riesgo de esa magnitud”, afirmó el nacionalista Orbán en una publicación en su perfil de la red social X.

Por otro lado, este miércoles, Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y exmandatario, calificó la posible adhesión de Ucrania a la UE como una “amenaza significativa” para Moscú, comparándola con un eventual ingreso a la OTAN.

Hungría ha manifestado en reiteradas ocasiones su rechazo al ingreso de Ucrania tanto a la UE como a la OTAN. En marzo, el nacionalista Orbán presentó una lista de 12 demandas a la UE, incluyendo la exclusión de Ucrania del bloque. “Unión Europea, pero sin Ucrania”, escribió en ese momento. Además, el ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, aseguró que Budapest mantendrá su veto hasta que Kiev respete los derechos de la minoría húngara en la región de Transcarpatia.