Una empleada municipal de La Plata rompió el silencio y denunció por acoso sexual a Federico Pez, director de Información Territorial, una figura clave dentro del organigrama municipal y vinculado directamente al Jefe de Gabinete del intendente Julio Garro.

La denuncia no solo expone un presunto caso de acoso, sino una estructura de precarización laboral y represalias: al poco tiempo, seis mujeres que trabajaban con ella fueron despedidas, todas bajo el esquema de cooperativas, una práctica cada vez más cuestionada por eludir responsabilidades laborales.

El caso, que ya fue judicializado por el Estudio Jurídico Annuasi Castañón Hurtado, generó una ola de nuevas víctimas que se están acercando a declarar, muchas de ellas denunciantes en el fuero de familia.

Pez no es un funcionario cualquiera: su cercanía con el intendente, su paso por la Defensoría del Pueblo y su red de contactos políticos y judiciales, entre ellos la presidenta del Colegio de la Abogacía, lo blindan. Según testimonios, se valía de su estatus y poder económico para intimidar y acosar a mujeres en entornos laborales.

El dato más grave: una de las víctimas habría terminado quitándose la vida. Esto suma un elemento aún más oscuro al entramado de impunidad y silencio que protege a este personaje que, por ahora, sigue sin enfrentar consecuencias institucionales.