La Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional le puso punto final a la causa por calumnias e injurias iniciada por el corresponsal Christian Martin contra el nacionalista Santiago Cúneo, y confirmó su absolución en un fallo que defiende la libertad de expresión.

La resolución fue firmada por el juez Jorge Luis Rimondi, de la Sala I del tribunal, quien convalidó el fallo original dictado en 2024 por la jueza Patricia Cusmanich, desestimando todos los planteos del querellante.

Martin había denunciado al nacionalista Cúneo por sus durísimas críticas vertidas en su programa, donde lo llamó “rata inmunda”, “excremento inglés”, “kelper hijo de puta” y “traidor a la patria”, además de lanzar advertencias irónicas sobre posibles represalias de grupos extranjeros.

A pesar de la verborragia filosa, la Justicia fue clara: “No toda manifestación ofensiva puede constituir un delito penal”, y consideró que los dichos estaban amparados por el marco del periodismo de opinión.

El fallo ratifica que la provocación política no debe ser censurada ni judicializada, y que, aun cuando las formas molesten, la libertad de expresión es un pilar innegociable. Para muchos, se trata de un fallo histórico que pone freno a los intentos de callar voces incómodas.

Desde el entorno de Cúneo, celebran la decisión como un respaldo a su lucha incansable contra lo que considera “la hipocresía del periodismo cipayo”.