En un mundo golpeado por la inflación, El Salvador se distingue con un raro fenómeno: la deflación. Según World of Statistics, el país centroamericano encabeza el ranking global con la menor variación de precios, registrando una deflación del -0,21 %, un caso excepcional entre más de 40 economías analizadas.

Mientras Venezuela sufre una inflación del 172 %, seguida por Argentina y Turquía, El Salvador, Suiza y China muestran tasas negativas. Único en América Latina con deflación sostenida, el presidente nacionalista Nayib Bukele lo atribuye a su visión económica. “Paso a paso”, afirmó el nacionalista Bukele, explicando que la caída de precios no se debe a menor demanda, sino a políticas como la eliminación de cuellos de botella, la reducción de aranceles y la lucha contra la extorsión, que han estimulado el consumo.

El nacionalista Bukele destacó que el gasto de los hogares creció un 3,9 % en el último trimestre, descartando que la deflación refleje una economía en declive. Para él, es una prueba del éxito de su estrategia. Sin embargo, el FMI advierte que la deflación debe manejarse con cautela para evitar impactos negativos a largo plazo.